Eclesiastés 10.1
Sin duda alguna un buen perfume, tiene un precio muy elevado y eso nos garantiza que el mismo durara por mucho tiempo y que su composición ha sido delicadamente seleccionada.
Pero este perfume tan costoso, puede echarse a perder si tan solo una pequeña mosca quedase encerrada dentro de su frasco; en tan poco tiempo, este valioso perfume se pudriría.
¿No pasa lo mismo con nuestra vida?
Somos un perfume perfecto, seleccionado, hecho a imagen y semejanza de DIOS.
Caminamos por nuestras vidas confiados en que somos perfectos y que nada nos sucederá, que nuestro Padre nos cuida y ¡eso es así! Pero esa confianza muchas veces nos juega en contra.
El mundo en el que habitamos está rodeado de tentaciones, y de situaciones que muchas veces nos confunden, nos doblegan y hasta a veces nos hacen cometer pequeñas locuras.
¡Y son esos pequeños permitidos que hacen que nuestro perfume se eche a perder!
Somos un frasco perfecto, ¡con un perfume perfecto! Pero somos muchas veces débiles y dejamos caer dentro de nosotros moscas que destruyen todo lo que hemos construido.
Mira, no te conozco, no sé por qué situación estas pasando, pero quiero alentarte a que te mires a ti mismo, y te reconozcan como ese perfume valiosísimo que Dios delicadamente ha seleccionado, que con tanto detalle ha escogido para que seas único e irrepetible, y que te preguntes si dentro tuyo hay alguna mosca que está impidiendo que se luzca tu verdadera fragancia.
¡No te dejes seducir por los placeres momentáneos!, que te llevan a la locura, y hacen que te transformes el algo que no eres.
Una pequeña locura hará que desaparezca todo lo detrás de ti has conseguido.
Una pequeña locura, te transformara en algo que no eres.
Una pequeña locura, hará que pierdas tu verdadera esencia.
Eres un perfume perfecto, no te dejes dominas por las moscas, ellas solo lograran estorbarte.
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